PEDRO ABUELO GASCÓN
En mis inicios me fui pronto a Madrid, donde viví los últimos coletazos de de la movida madrileña: "esa ha sido mi verdadera escuela". Viví y observé todo lo que aprendí.
He hecho casi de todo en mi juventud, modelo, actor de teatro e incluso llegué a la gran pantalla. He creado escenarios y vestuario para teatro, he diseñado carteles, logotipos e imagen de empresa y sobre todo he desarrollado mi gran pasión: la pintura, aunque no tengo tiempo para ejecutarla. Como artista me he ido formando de una manera totalmente autodidacta, recibiendo y realizando cursos de todo lo que podía aportarme en este campo pero sobre todo aprendiendo y viviendo en la escuela de la vida y con unas enormes ganas de seguir aprendiendo y de crear lo que sea en el campo artístico que toque.
Poco a poco, he ido introduciendo en mis proyectos de decoración mis propios diseños de muebles, lámparas, etc. Tomo cada proyecto como un concepto global, donde la idea tiene su inicio, un nudo y un desenlace y sobre todo, dotarlas de alma. "Si algo no lo encuentro, lo hago". Además doto a cada proyecto de una personalidad propia identificativa y sobre todo personalizada para cada uno de mis clientes. En mis diseños cabe de todo y sobre todo aprovecho materiales de derribo o encontrados en los contenedores, con ellos y mucha imaginación creo desde lámparas sofisticadas realizadas con tubos de fontanería de cobre, o con palos de escoba hasta la simplicidad de dos pájaros de resina reposando en una rama o platillos o trompetas.
Esta profesión siempre te obliga a estar aprendiendo continuamente y a que te guste, no como el primer día, sino más que el primer día: " el día que pierdes la ilusión y la capacidad de sorprender en este trabajo, las ideas llegan de una forma mecánica faltándoles la ilusión, dejas de crear y de aprender".
Yo me defino como un contador de historias y estoy aquí para aprender.