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Valvoa tienda

Salón peluquería irache

LOGGAN tienda

Valvoa tienda

Hay edificios y locales que enamoran a primera vista. Cuando fui a verlo con los propietarios y me transmitieron que querían abrir una boutique de ropa y complementos femeninos, les transmití que este era el espacio perfecto, me enamoró su altura, sus columnas inmensas repartidas por todo el perímetro de todo el local, situado en una de las mejores zonas comerciales de zaragoza. Aprovechando la corriente estilística del momento, la industrial, lo primero que me vino a la cabeza cuando realicé el proyecto fue una vieja fábrica textil, donde maquinarias y viejos telares, que mecánicamente tejían hilo a hilo suntuosos tejidos que posteriormente irían destinados a ser el cuerpo y el alma de maravillosos trajes y vestidos.

Además de las columnas existentes creé algunas más totalmente ficticias que me proporcionaban unos huecos perfectos para diseñar en ellos los muebles expositores para comercializar todo el producto, eso sí, muebles muy sencillos: piedra caliza en bloques grandes en el fondo y un estante retroiluminado entre columnas donde colgar la ropa y en la parte superior colocar los complementos. En la parte de abajo, una encimera levantada a unos centímetros del suelo sirve para la exposición de calzado. Para todo este pasillo expositivo, que es la entrada del local y que tiene una altura de 4 metros, diseñé unos empresillados de vigas en cruceta dejando ver los muros de viejo ladrillo refractario. La luz cenital es muy tenue en la que se crea una atmósfera muy bucólica y efectivamente nos recuerda a esas viejas factorías desgastadas por el paso del tiempo. al final del pasillo dispuse la zona de probadores y de caja, para la cual diseñé un mostrador y un armario trasero en madera ladada con los frontales en distintos modelos de baldosas hidráulicas en distintos tonos azulados que es el color corporativo de la marca.

Justo enfrente del mostrador descubrimos un espacio muy grande con cuatro columnas centrales, donde alfombré el centro con otro modelo de baldosa hidráulica en contraste con el resto del suelo que es de tablones en distintas medidas de madera maciza. Las columnas las desnudé hasta dejarlas en hormigón visto y las empresillé con esquineras de hierro y tornillería vista. Un sinfín de cables con portalámparas dorados vistos y bombillas de filamento tipo Edison cuelgan a la misma altura creando una maxi lámpara central y dotando a este espacio de personalidad propia. Las columnas existentes de las paredes de esta zona las uní entre sí, formando arcos de medio punto como si de una plaza fortificada se tratase. En el interior de los arcos coloqué espejos de una pieza que a la vez que sirven para pruebas de ropa, también le dan mucha más profundidad a la estancia. En la pared que separa la tienda del patio interior la dejé despojada de cualquier revestimiento, dejando a la vista los antiguos muros de ladrillos, con sus distintos volúmenes y colores crudos, sin duda, por las distintas obras anteriores acometidas en este local. Y ahí, era el sitio ideal para crear un jardín interior que nos diese un punto de fuga para un local que no tiene entrada de luz natural en todo su recorrido. Una reja cuadriculada muy sencilla realizada con hiero cepillado, hace las veces de un gran ventanal y mediante ganchos metálicos, de exposición de producto. Enfrente, una zona de estar con unas lámparas vintage y unos sofás y sillones de los años 40, retapizados en varios colores y texturas ofrecen a las clientas y acompañantes una bonita zona charla, de ver revistas, de zona de descanso después de un día agotador de compras, etc… ¿Y por qué no, te apetece un cafecito?

Salon peluquería irache

Todos mis proyectos cuentan una historia, pero la de este os aseguro que es muy especial. Cuando me llamó Ángel Irache para hacerle el proyecto de diseño de su nuevo salón, él ya venía con una trayectoria llena de éxitos profesionales y con una imagen de negocio muy marcada. Ángel ha vivido su profesión como su vida, rodeado de artistas como nuestra querida e idolatrada Sara Montiel, su musa, y de la que fue su peluquero y amigo incondicional. También cuenta con la amistad de Rupert entre otras personas de distintos ámbitos artísticos y culturales. Cuando afrontamos el diseño del nuevo proyecto, ya me di cuenta que éste iba a heredar piezas de mobiliario antiguo, tibores, cuadros, etc. Algunos comprados por el propio Ángel y otros pertenecientes a Sara Montiel. Desde ese momento me quedó claro que este proyecto no iba a ser un salón de peluquería al uso. Yo solo tenía que hilar muy fino para unir todos estos elementos, sin caer en el barroquismo y crear un universo propio donde Ángel se sintiese fascinado y muy cómodo trabajando en su salón, y que mejor baza para esto que irnos a todo lo contrario de las tendencias actuales del momento.

La premisa menos es más, pasó a ser más es más. Rococó, barroco, art decó, industrial, toques orientales, etc…todo vale, todo se mezcla y todo convive desde una perspectiva más contemporánea en un espacio que diferencia varios ambientes según las necesidades. Para ello buen desarrollo y funcionamiento del negocio. Uno de ellos es la zona de salita de espera, que está presidida por dos sillones new art decó de ratán negro y tapizados en terciopelo mostaza, tras los que se desliza un cortinón de terciopelo azul prusia de cuatro metros de altura, que aparte de dar más intimidad desde el escaparate, otorga al espacio un ambiente muy teatral. Grandes espejos retroiluminados recorren las paredes definiendo las distintas zonas de peinado. Aunque el más espectacular es un espejo redondo de diámetro 1,50 con pie central y espejo a dos caras para poder peinar y maquillar a un lado y a el otro a las mujeres que se sientan divas en su vida y artistas en su reflejo. En la zona del medio del local, nos encontramos con la recepción cuya mesa es una enorme tinaja revestida con aplicaciones de pan de oro y un mostrador con molduras, lacado en negro, a los pies de un gran cuadro homenaje a su querida musa, que se gana las miradas de todos los clientes. Justo detrás está la zona de lavado de cabezas. Para ello elegimos un modelo italiano con asientos en piel y ribeteados muy al estilo de los años 40 y 50, la época del glamour cinematográfico por antonomasia. En el otro lado de la pared diseñé un gran espejo con bombillas laterales para maquillaje de las clientas en un guiño y clara referencia a esta época dorada de la que estamos hablando. Pero también en este salón hay espacio para los caballeros y son muy bienvenidos, por eso marca la zona un precioso sillón antiguo de barbero que le da un carácter y una personalidad muy especial a la zona delimitada para ello.

Elegí para las paredes y techos con molduras, el color negro acabado soft y para que todo el discurso decorativo fluyera y destacaran los colores dorados de los separadores de hierro, la madera de los muebles, la laca roja de armarios orientales y sobre todo de los colores turquesa, azules y morados de las tulipas de las arañas de cristal repartidas, a distintas alturas, por todo el techo. el suelo de espiga de madera le aporta al proyecto ese toque palaciego y de sofisticación francesa, aportando también mucha calidez. El resto de decoración se basó en elegir algunas piezas ornamentales más modernas, en metal o colores neutros, que hiciesen de nexo de unión entre el pasado y el futuro. Unas plantas y flores naturales bien elegidas y distribuidas por los distintos jarrones y maceteros, ponen el broche perfecto para este universo Irache.

Mención especial merece la fachada, que opté por forrarla en cristal lacobel negro brillo con molduras lineales en oro. Tres toldos a rayas blancas y negras dan visibilidad y realzan esta fachada. La reja de hierro negro con sus flechas doradas que diseñé para la entrada ya es una declaración de intenciones de lo que nos vamos a encontrar dentro, aunque lo que verdaderamente destaca son los grandes ventanales desde los cuales podemos ver desde el primer vistazo todo este universo interior. Como cantaría Sara: “fumando espero al hombre que más quiero, tras los cristales de alegres ventanales…”

LOGGAN TIENDA

Una tienda de estilo industrial donde el hierro y la madera se fusionan para dejarse colgar la colección más cálida de este verano.

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