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PROYECTOS CONTRACT

ATÍPICO

La bocca

Lekune

Distrito 37

la flor de lis

macoa

Meraki

Quoq

Sinatra

Utópico

La concha Soul

Tulú

ATÍPICO

La bocca

Cuando me llamaron los responsables del grupo tándem para acometer el proyecto de reforma de su, por entonces, buque insignia que es y ha sido el restaurante La Bocca, me dejaron bien claro que no querían un restaurante italiano al uso, sino un espacio que abarcase todas las sensaciones y gustos del mar mediterráneo, reflejados todos ellos en su exquisita carta. Por mí, no hubo más que hablar y me pareció el reto fascinante.

El punto de partida para el diseño del proyecto era que al entrar al local pudiésemos hacer un recorrido inspirador y trasladarnos emocionalmente a cualquier ciudad, pueblo o puerto de las maravillosas costas del mediterráneo, nexo y crisol de diferentes culturas. También me interesaba mucho reflejar el paso del tiempo y el poso que nos ha quedado de las diferentes arquitecturas en nuestra época actual. Es así que decidí que todas las paredes y techos están revestidas con molduras de escayolas haciendo sus dibujos y filigranas, pero rotas estratégicamente, así como falsos desconchones y verdaderos que aproveché de los que surgieron al realizar la partida de derribo y albañilería. El siguiente paso fue unir todo a través de la pintura con sus desgastes, enfoscados y pintura a modo de frescos, recordándonos la riqueza artística de estas ciudades. La entrada del local se une a la terraza, con vestigios de fachadas vetustas y rejas de hierro con sus jardines caducos asomando entre los barrotes. En el comedor, aprovechando las grandes columnas centrales, diseñé unas maxi lámparas con estructura de madera y revestidas de rejilla de metal dorado. Las cuales presiden toda la sala como si de dos majestuosos faroles se tratasen. Las distintas culturas se reflejan en los faroles colgados con cuerdas y a distintas alturas que aportan una luz muy cálida y confortable. Faroles grandes de madera de estilo neoclásico, bizantinos de metal dorado repujado, mozárabes con metal troquelado y de caña y ratán en clara referencia a nuestra cultura mediterránea. En la parte del almacén y office creamos una pequeña tienda gourmet y decidí revestir toda esta zona de palets superpuestos formando unos volúmenes muy interesantes, evocando a los antiguos mercados de abastos. Algunos de los palets, sobre todo en la zona de comedor, se pintaron a mano, como el gran Neptuno, dios del mar, que preside una de las mesas principales. La pintura fue encargada a la gran pintora y muralista Sonia Abraín, habitual colaboradora mía. La paleta de colores tierras,

terracotas, arcillas, etc., se unen con los azules y verdes tan propios de la idiosincrasia mediterránea.

Debido al éxito cosechado desde su inauguración, los propietarios decidieron ampliar el negocio, adquiriendo el local de al lado. El trabajo no fue nada fácil, ya que hubo que mantener lo ya realizado y unir los dos locales con una coherencia decorativa además de tener en cuenta que el nuevo recorrido de camareros y clientes fuese lo más cómodo posible, para el cual, diseñé una sala de espera con una gran chimenea en el centro, creando dos pasillos de tránsito que favorecen el camino para ir a al comedor y aseos nuevos. El comedor nuevo lo pensé como si de una bodega se tratase y aquí sí que hice un trabajo de síntesis de toda inspiración general del local: los suelos de planchas grandes de pizarra dejando el interior alfombrado de losetas de barro cocido colocadas a cartabón. Toda la pintura interior es negra, pero destaca el techo abovedado central recubierto de cajas de madera de fruta con luz interior en damero. En las paredes creé huecos retroiluminados y cubiertos en toda su altura de distintas celosías de barro, no están elegidas al azar, ya que cada una con sus filigranas representa a una cultura diferente de nuestra cultura mediterránea. El resultado es un espacio muy sobrio pero muy acogedor. con un efecto de luz muy tenue, casi mágico, creando una atmósfera muy intimista y donde poder disfrutar de una experiencia gastronómica, uniendo el olfato y el gusto con la cultura y el diseño. por algo se llama La Bocca Mediterranean Deli.

Donde los revestimientos de madera a modo apuntalada, con sus crucetas, techos y soportes, nos guían en un espacio de aparente oscuridad pero con destellos de luz y el brillo del cobre se ha optado por poner algo de vegetación muy puntual que le da oxígeno al espacio. Quedando un ambiente realmente muy acogedor. La luz es muy cálida debido principalmente a la colocación estratégica de bombillas incandescentes tipo Edison y la colocación de apliques de luz llevada con tubos de cobre y realizados con unas simples escuadras de madera.

Uno de los éxitos del local, es haberlo dotado de volúmenes en pareces y techos, como piedras, ladrillos, enfoscados, vigas y travesaños, etc., para luego desdibujarlos pintando el techo en negro y todas las paredes en gris azufre mate con el tacto seda y realzando así la madera en un color nogal claro. Otros dos colores que forman la paleta cromática de este proyecto son el azul pérsico y el azul eclipse.

En definitiva, un lugar muy actual, sobrio pero muy acogedor, pensado para todas las horas del día. Muy buenos desayunos y meriendas. Una buena carta y copas muy relajantes. Distrito 37 (c/Azoque,37. Zaragoza).

la flor de lis

Esa fue la premisa clara y concreta cuando recibí el encargo del diseño de este local. Para mí fue un regalo ya que hace tiempo que deseaba hacer un proyecto homenaje a Aragón, aunque en la mayoría de los proyectos que realizo esta presente de una manera o de otra. Inspirándome en la amplia riqueza cultural que tenemos y ahondando en el saber popular y artesanal de nuestros pueblos, aquí hago una depuración de estilo revisitando el barroco aragonés, los vestigios pasados de la Zaragoza romana, el neoclásico, y sobre todo el mudéjar de todo Aragón, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

La fuerza de este proyecto reside en el empleo de los materiales y recursos de nuestras canteras, como el alabastro retroiluminado para hornacinas y luminarias, la piedra de Calatorao para la encimera de la barra. los ladrillos mudéjares, piedras calizas y enfoscados para muros, con sus arcos de medio punto presentes en todas las iglesia y palacios de nuestra tierra. Hago mención especial para los solados donde he jugado con diferentes tamaños y texturas recreando en una parte las tejas coloridas de las cúpulas de la basílica del pilar, prolongándose hasta las paredes como si de un paseo virtual se tratara. También destacaría el mural trasbarra y mostrador de la entrada donde lo tomo como un mismo plano y diseñé para la ocasión mi particular homenaje al mudéjar, no tomándolo como un mero revestimiento sino como un mural artístico realizado con azulejos cerámicos de cartabón bicolores y entrelazando los dibujos diseñados entre si creando nuevas formas geométricas a las ya establecidas y tradicionales. Importante también loas soluciones luminotécnicas, donde diseñé para la ocasión unas lámparas gigantes con la forma de las bases de nuestras iglesias y catedrales, la planta de cruz, planta octogonales y hexagonales y la planta de estrella mudéjar, dotando a estas estructuras de madera de luz interior con difusores de alabastro. 

 En  la paleta de colores no podía faltar nuestro azul aragonés junto con los colores del barro antes de cocer, en todos sus tonos. Para la tapicería a destacar unas butacas tapizadas con unas telas procedentes de mantones de lana de labradora. El paso del tiempo esta representado en los aseos, con pintura artística en sanguina y colores desvaídos evocando a nuestro famoso barroco aragonés.

En resumen, he querido reinterpretar nuestro estilo y costumbres huyendo de los tópicos más banales, que no de lo típico, otorgándole a este proyecto otra visión más actual y moderna  de nosotros mismos exportable fuera de nuestras tierras. 100% Aragón.

Macoa lounge

Llevado al conceptualismo más puro, sobre un fondo común gris plomo en techos y paredes con molduras, destacan las paredes de ladrillo rojo inglés y el color de la madera en su estado natural, en mesas y en una falsa chimenea que diseñe con unas líneas muy depuradas como epicentro visual destaca la barra revestida con listones de madera formando una filigrana geométrica e iluminada desde el suelo hacia arriba. 

Los sillones tapizados en terciopelo curry y los retroiliminados de luz con rgb de colores, aportan los destellos de luz necesarios para crear una atmósfera cálida e intimista.

Quoq

Isla de Phu Quoc, es la inspiración de este bar-pub- multifuncional. Materiales inspirados en la naturaleza, como en la fachada , con un diseño de planchas asimétricas lacadas en colores de minerales puros como el oro, el cobre, bronce, zink, estaño,etc...para adentrarnos a un interior más cálido e intimista, donde adquieren verdadero protagonismo los faroles de bambú y sus juegos de luces y sombras.

Una palmera gigante preside la barra y se le acompaña de una cuidada decoración vegetal. Aunque la verdadera vegetación está realizada en madera en forma de lámpara con tres hojas gigantescas, que recorren todo el techo del local. La graduación de la luz y los cambios de color crean una atmósfera mágica que hace que el local sea agradable de estar a cualquier hora del día o de la noche.

Sinatra

Homenaje a la figura del gran artista Frank Sinatra. un local muy difícil por su arquitectura interior que no se podía modificar. techos muy bajos en la zona de barra y un pasillo muy estrecho que además tiene que ser transitado para ir a los aseos y cocina, más la gente que esta sentada en barra y mesas laterales. Este problema técnico lo resolvimos con el diseño de una bancada y mesas ovaladas en un lado y creando unos ángulos a la barra, ganándole espacio para la zona de tránsito del pasillo.

En cuanto a la parte decorativa, todos los techos se pintaron de negro y creé una línea de luz longitudinal que crea un efecto óptico de profundidad hasta llegar a un fondo embaldosado con teselas color oro de bisazza, aportando luz al final del túnel. El revestimiento de maderas volumétricas y retroiluminadas en paredes y barra, junto con el suelo también de madera, aportan una calidez extra al conjunto. Sin olvidarnos de la esencia de club, en la entrada que es la parte más alta del local, creé una instalación luminotécnica inspirándome en una orquesta. Una gran  lámpara central realizada con platillos de orquesta, otras realizadas con saxos y trompetas y todas arropadas (acompañadas) por unas grandes teclas de piano....como si en cualquier momento Frank nos fuese a deleitar con una de sus canciones.

La Concha soul

El Hotel LA CONCHA SOUL se encuentra situado en Peguera (Calviá) entre la Cala Fornells, la Costa de la Calma y las estribaciones de la Sierra Tramuntana, declarada patrimonio mundial por la Unesco en Junio de 2011... Y al final llegó el proyecto soñado para cualquier diseñador, un hotel. 

Cuando fuí invitado a conocer el hotel, lo primero que hice fue empaparme y captar la filosofía de Hoteles Soul, Hoteles con Alma que así se denominan ellos mismos. Sus propietarios, verdaderos amantes de la música soul, regee, jazz, blues, etc... necesitaban conseguir el mayor rendimiento posible a sus instalaciones, pero sobre todo fomentar conciertos y festivales de música en directo con artistas de talla internacional y convertir un hotel de dos estrellas en un hotel boutique. Para ello ampliaron terrenos y cambiaron la entrada del hotel por la parte de atrás y es ahí mi labor en el diseño de la parte de entrada al hotel, terraza, jardín, piscina. Para adecuar y acondicionar todas estas zonas comunes y darles una nueva visión y un nuevo sentido, respetando la maravillosa vegetación ya existente.

Bajo el lema "WE ARE SOUL" que preside en forma de lona la parte central de la fachada, creé una amplia zona de terraza para poder dar el servicio de desayunos y comidas o cenas. Y asientos relax, como tumbonas, camas chill-out y un juego de sombrillas blancas de cuerda sintética que tanto evocan a las lejanas costas del pacífico. También se creó el WONDERSOUL, la zona de bar, con su barra de azulejos blancos y negros coronada con un toldo a rayas de los mismos tonos, a modo de chiringuito de playa. La inspiración  es claramente americana de los años 50 y 60, pero y esto es muy importante, mezclada con el estilo autóctono mediterráneo tan presente en Mallorca. Se han respetado las tejas originales de barro cocido en unos sitios monocroma. Con el blando omnipresente en toda la fachada, le di toques de color azul cían (color corporativo) y detalles geométricos en blanco y negro en mobiliario y revestimientos, seleccionando algunos muebles en madera, que aportan calidez al conjunto. El resultado un aporte visual muy rotundo y luminoso en el que poder disfrutar de unas excelentes vacaciones y una feliz estancia. Y si vosotros sois felices WE ARE SOUL, I'MHAPPY.

Utópico

La premisa era hacer un local distinto pero que se notase que pertenecen al mismo grupo. El nexo de unión fue diseñar un logotipo con las mismas referencias que el Atípico, pero para esta ocasión le di un giro inspirado en la Belle Époque. Al igual que en la gran terraza que recorre toda la rotonda, haciendo un guiño a los grandes cafés parisinos. Cubierta por molduras y columnas pintadas en tres azules de la gama de los índigo, monocromatizando el espacio para que destaquen las lámparas de bolan tan características de los cafés de antaño. También he diseñado unos maceteros Ad Hoc con vegetación natural que junto con las sillas de ratán, crean un lugar de encuentro cálido y muy personal. 

En el interior, he optado por la mezcla de materiales cubriendo columnas y el mostrador con mármoles pétreos y muy vetados con un brillo extra que me permite jugar con los reflejos. En contrapunto para las puertas y molduras he utilizado la rafia y la madera. El resto de detalles son en color oro brillante en perfiles o las patas de las mesas y sillas. Y sobre todo en las lámparas doradas de Tom Dixon.

Con claras referencias a los años 50, en la elección del mobiliario y sobre todo en el suelo, donde he elegido una baldosa con dibujos geométricos creando alfombras individuales dispuestas según la colocación del mobiliario y prologándolas por algunas de las paredes creando un juego óptico muy especial.

Así como en el Átípico la vegetación nace desde el techo, en este proyecto la he realizado desde abajo, con macetas de cáñamos y plantas de hojas verdes muy grandes, mezcladas con plantas metálicas de color oro y lámparas en forma de palmeras con luz que son realmente verdaderas esculturas, creando una mezcla y un ambiente natural Atípico y desde luego también Utópico.

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